lunes, 6 de junio de 2011

economia

Según la Contabilidad Regional elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, la renta por habitante de la comunidad se situó en 2006 en 17.251 €,que sigue siendo una de las más bajas de España. No obstante, el crecimiento de la comunidad especialmente en los sectores de industria y servicios fue superior a la media de España y mayor a varias comunidades de la eurozona.



PIB, renta per cápita, número de trabajadores y porcentaje de participación al PIB respecto al total de Andalucía
AndalucíaAlmeríaCádizCórdobaGranadaHuelvaJaénMálagaSevilla
PIB (miles de €)115.273.57110.695.22217,476.65010.287.55511.656.3917.562.3458.555.19421.605.83827.432.372
Renta per cápita10.17112.0369.8059.8219.79410.1519.67610.27910.232
Nº trabajadores (en miles)2825,3274,7408,1262,0285,7158,8220,0538,2677,8
Porcentaje provincial100%9,28%15,16 %8,92%10,11 %6,56%7,42%18,74 %23,8 %

Sector primario

El sector primario, a pesar de ser el que menos VAB aporta a la economía, todavía representa una cierta importancia relativa respecto al resto de sectores productivos. Importancia que se hace mayor si lo comparamos con el sector primario de otras economías occidentales, donde se ha reducido a la mínima expresión. El sector primario de larga tradición andaluza, produce el 8,26% del total y ocupa al 8,19% de la población activa. En términos monetarios puede considerarse un sector de competitividad creciente en los últimos años.
El sector primario se puede dividir en una serie de subsectores: agricultura, pesca, ganadería, caza, recursos forestales, minería y energía.

Agricultura, ganadería, caza y selvicultura


Viñedos de Montilla-Moriles.

Denominaciones de origen del aceite de oliva en Andalucía
La sociedad andaluza hasta hace pocas décadas ha sido mayoritariamente agraria, lo que explica que el 45,74% del territorio andaluz sean tierras de cultivo. Los cultivos herbáceos de secano -cereales y girasol-, extendidos por gran parte del territorio, destacan sobre todo en las grandes campiñas del Valle del Guadalquivir y los altiplanos granadinos y almerienses -con un rendimiento sensiblemente menor y enfocados a la cebada y avena-. Entre los cultivos herbáceos de regadío destacan el maíz, el algodón y el arroz, localizados preferentemente en la vega del Guadalquivir y del Genil.
Los cultivos leñosos están protagonizados por el olivo, localizado preferentemente en el subbético cordobés y jiennense, donde el olivar de regadío alcanza un gran rendimiento proporcionando un porcentaje importante a la producción agraria final. La vid se cultiva extensamente en varias zonas como el Marco de Jerez, El Condado de Huelva, Montilla-Moriles y en Málaga. Por su parte los frutales -principalmente cítricos- se localizan en la vega del Guadalquivir, debido a sus requisitos hídricos; mientras que el almendro -cultivo de secano- se extiende por los altiplanos granadino y almeriense.
En términos monetarios, la agricultura más productiva y competitiva de Andalucía es la intensiva, ligada a las vegas costeras o a las zonas de arenas -cultivos forzados en Almería y Huelva-. Esta agricultura aporta la mayor proporción al producto final agrario andaluz con productos como las hortalizas, flores o fresones.

Dehesa Boyal, Bollullos Par del Condado.
La Agricultura ecológica andaluza está igualmente experimentando un amplio desarrollo, fundamentalmente orientándose a la exportación hacia mercados europeos, con un incipiente desarrollo de la demanda interna.
La ganadería es una actividad con una larga tradición aunque actualmente está en su mayoría restringida a las adehesadas de las zonas montanas, con menor presión de los distintos usos del suelo. Así, el sector ganadero ocupa un lugar semimarginal en la economía andaluza, aportando tan sólo un 15% a la producción final agraria, frente al 30% en España, mientras que el sector agrícola aporta un 30%.
La ganadería extensiva se basa en el aprovechamiento de los pastos naturales o cultivados de montaña para el pastoreo de las cabañas ganaderas. En este subsector ganadero se incluye gran parte del vacuno de carne, la totalidad del ovino y del caprino, así como el porcino de montanera -destacan los productos derivados del cerdo ibérico-. Las cabañas ovina y caprina autóctonas presentan grandes posibilidades dentro de una Europa excedentaria en muchos productos ganaderos, pero deficitaria en los derivados del ovino y el caprino: carne, leche, cuero, entre otros.
La ganadería intensiva se localiza principalmente en la campiña y se basa en el cultivo de especies forrajeras para la alimentación del ganado. Si bien su productividad es mucho mayor que la de la ganadería extensiva, comparativamente con otras regiones españolas y europeas, no han conseguido igualar sus producciones y consolidarse en el mercado.
La moderna ganadería intensiva industrial está adaptada a la economía actual. Sus instalaciones se han localizado en las inmediaciones de los puntos de demanda. Se basa en la utilización de piensos industriales.
La actividad cinegética mantiene una relativa importancia. En la actualidad, ha perdido su carácter de actividad para la obtención de alimentos. Y se ha convertido en actividad de ocio ligada a los espacios serranos, donde supone una actividad complementaria, nada despreciable, a la forestal y ganadera.
Los espacios forestales en Andalucía tienen una gran importancia por su extensión -50% del territorio andaluz- y por otros aspectos difícilmente cuantificables económicamente como la fijación del suelo, la regulación hídrica, mantenimiento de flora y fauna, que tienen un gran interés ambiental, que deben de ser potenciados y regulados para salvaguardar estos espacios de gran importancia ambiental.
El valor de la producción de los espacios forestales apenas supone el 2% de la producción agrícola. El aprovechamiento maderero, principalmente de especies cultivadas -eucalipto en Huelva y chopo en Granada- y el corcho en Sierra Morena son las principales actividades productivas.

Pesca


Puerto pesquero de Algeciras.
La pesca es una actividad tradicional de las costas andaluzas que aporta un componente esencial a la dieta alimenticia de los andaluces e incluso para la cultura gastronómica -pescaito frito, gamba blanca, atún de almadraba, entre otras-. La flota pesquera andaluza es la segunda en importancia de la nación -tras Galicia y la primera en número de puertos pesqueros con 38.
El sector pesquero sólo supone un 0,5% de la producción final agraria. Sin embargo, analizando estos datos en el ámbito provincial -Huelva supone el 20% de producción agrícola- o local -en Punta Umbría el 70% de la población está ligada a este sector- da una idea de la importancia de este sector e incluso dependencia en ciertas regiones andaluzas.
Hasta hace unos años, el incumplimiento de las legislaciones pesqueras en cuanto al uso de la pesca de arrastre, la contaminación del litoral con origen urbano, la destrucción de hábitats por las obras de ingeniería costeras (alteración de las desembocaduras de los ríos, puertos deportivos y comerciales) y la escasez de capturas por la sobreexplotación , son factores que han provocado una situación de crisis en la actividad pesquera andaluza y han justificado fuertes acciones de reconversión de la flota pesquera. Parejo a esto la acuicultura, tanto en el litoral como en las piscifactorías del interior, se desarrolla con rapidez.

 Minería

A pesar de la baja rentabilidad y crisis generalizada en el sector, la minería aún tiene cierta importancia. Si comparamos el valor de las extracciones con el resto de España, se puede constatar que, en cuanto a las extracciones metálicas, Andalucía aporta más del 50% de la producción nacional. En su distribución, destaca en primer lugar la provincia de Huelva, donde se genera casi la mitad de las extracciones -Faja Pirítica Ibérica- y, en menor medida, las provincias de Córdoba -carbón de la cuenca del Guadiato-, Sevilla -polimetálicos de Aznalcóllar- y Granada -hierro de Alquife-. En el caso de las rocas industriales (calizas, arcillas y otros materiales utilizados en la construcción) presentan una distribución muy repartida por todo el territorio andaluz.

Sector secundario: industria


Dique seco en los astilleros de Cádiz.
El sector industrial andaluz ha tenido tradicionalmente un escaso peso en la economía y se ha caracterizado por su debilidad. No obstante en valores absolutos la industria aportó en 2007 11.979 millones de Euros y asalarió a más de 290.000 trabajadores. El aporte de producción representa un 9,15%, por debajo del 15,08% de la economía española, situación acrecentada con el descenso del peso del sector industrial con respecto a la economía andaluza. a pesar del ligero aumento del peso de la comunidad en el último lustro.
Al analizar los distintos subsectores de la industria andaluza el sector agroalimentario supone más del 16% del total de la producción. En una comparativa con la economía española, este subsector agroalimentario es prácticamente el único que tiene cierto peso en la economía nacional con el 16,16%. Muy por detrás se sitúa el sector de fabricación de materiales de transporte poco más del 10% de la economía española. Empresas como Cruzcampo (Grupo Heineken), Puleva, Domecq, Renault Andalucía o Santana Motor son exponentes de estos dos subsectores. Cabe destacar el sector aeronáutico andaluz, que es el segundo a nivel nacional sólo por detrás de Madrid y representa aproximadamente un 21% del total en términos de facturación y empleo, destacando empresas como Airbus, Airbus Military, o la recientemente creada Alestis Aerospace. En el sentido contrario es muy sintomático el poco peso de la economía andaluza en sectores tan importantes como el textil o el electrónico en el ámbito nacional.
Otra característica de la industria andaluza es su especialización mayoritaria en actividades industriales de transformación de materias primas agrarias y minerales. La gran mayoría de las empresas son de tamaño muy reducido y sólo las empresas de participación pública o de capital externo son capaces de desarrollar grandes estructuras empresariales.

Sector terciario


Playa de Salobreña. Uno de los principales ingresos del sector servicios es el turismo de sol y playa.
El sector terciario o de servicios, tanto en términos de producción como de empleo, ha experimentado en las últimas décadas un crecimiento muy significativo en su participación en la economía. De ser un sector minoritario, ha pasado a ser ampliamente mayoritario como en la mayor parte de las economías occidentales.
Este proceso, que se ha denominado terciarización de la economía, se ha manifestado en Andalucía de forma peculiar. De esta forma en 1975 el sector de servicios producía un 51,1% del Valor Añadido Bruto (VAB) andaluz y daba empleo a un 40,8%, mientras que en el año 2007, producía el 67,9% del VAB y el 66,42% de los empleos. Sin embargo este crecimiento del sector terciario se produjo antes que en otras economías desarrolladas y fue independiente del sector industrial.
En Andalucía el desarrollo anacrónico del terciario obedece a dos razones principales:
1. El capital andaluz ante la imposibilidad de competir con la industria de las regiones desarrolladas se ve obligado a emprender actividades de más fácil acceso.
2. La ausencia de un fuerte sector industrial que pueda absorber el excedente de mano de obra de la agricultura y el que se crea por la desaparición del artesanado, conduce a la proliferación de cierto tipo de servicios con una baja productividad. Es, por tanto, el papel que la economía andaluza desempeña, dentro del proceso de desarrollo desigual, el que produce como resultado un terciario hipertrofiado y poco productivo, que contribuye a reproducir las condiciones de poco dinamismo, obstaculizando la acumulación de capital.

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